HACER EL AMOR DURANTE TODA UNA VIDA

Según el Tao, tener una vida sexual activa y experimentar orgasmos múltiples sin eyacular puede ayudar a los hombres a alcanzar una salud óptima y a vivir más tiempo, incrementando su vitalidad y longevidad permitiéndoles evitar el cansancio y el desgaste que provoca la eyaculación.

El sexo es una actividad que es posible y deseable mantener hasta el día que morimos. En términos de placer más que de potencia, la habilidad del hombre para satisfacer a su compañera y a sí mismo no hace sino aumentar a medida que adquiere más experiencia y control.

A medida que nos hacemos mayores hay una serie de cambios fisiológicos inevitables. Por ejemplo, si tienes más de 50 años, probablemente necesitarás más estimulación directa de los genitales para conseguir una erección que cuando eras joven: eso no se debe a que tu apetito sexual o tu atracción hacia tu compañera hayan disminuido, sino que tu fisiología cambia con la edad. Asimismo, es probable que tengas una erección menos firme. Además, si eyaculas, la fuerza de la eyaculación será menor y necesitarás más tiempo para recuperarte.

La mayor parte de la literatura occidental sugiere que la intensidad de la experiencia sexual disminuye a medida que el hombre envejece. Según el Tao, no tiene porque ser así. Los taoístas no miden la intensidad sexual por el número de contracciones genitales, que disminuyen con la edad. Para ellos la energía sexual es un asunto de todo el cuerpo, por lo que juzgan la intensidad sexual según la capacidad del hombre para cultivar y hacer circular su energía sexual, capacidad que aumenta con la experiencia. Sin duda, tu sexualidad cambiará con el tiempo y puede que pierdas parte del frenesí juvenil, pero los refinados placeres de la madurez son igualmente deliciosos, sino más.

Te resultará mucho más fácil ascender a las cumbres del placer si observas las necesidades básicas de tu cuerpo. En primer lugar, la salud y el ejercicio regular son esenciales. Una razón por la que la vida sexual de mucha gente se marchita con la edad es que sus cuerpos se debilitan y enferman. El ejercicio no solo mejora la capacidad sexual sino que aumenta el deseo sexual y la potencia de los orgasmos.

Donde perdemos más energía es a través del pene cuando eyaculamos. Hacer el amor sin eyacular es todavía más importante para los hombres mayores, ya que cada eyaculación deja el cuerpo un poco más agotado. Si puedes transformar la energía sexual aspirándola, cuanto menos eyacules tanto mejor. Ahora bien, es importante que no te obsesiones con eyacular y que no te reprendas cuando lo hagas. Si eyaculas, relájate y disfruta.

Para los taoístas, el amor y el sexo son mejores a los cincuenta, incluso los sesenta, que a los veinte. Según el taoísmo, la atracción que sentimos hacia nuestra compañera depende de la fuerza de la carga ying-yang que haya entre nosotros. Cuanto mayor sea la carga, mayor será la pasión, y cuanto menor sea la carga, menor será la pasión. La pérdida de carga es la razón por la que muchas relaciones se hacen aburridas y pierden la chispa.

Las principales causas de la pérdida de polaridad a lo largo del tiempo es el sexo eyaculatorio. Cuando el hombre eyacula, descarga su energía yang. Conscientemente o no, el hombre comienza a darse cuenta de que hacer el amor le deja exhausto. Esto puede producirle resentimiento y deseos de retener el contacto sexual. A largo plazo del agotamiento de la energía masculina, y especialmente de la carga yang, puede producir desinterés y el aburrimiento de ambos miembros de la pareja.

Los taoísta también sabían que las relaciones no son lineales, sino que sufren altibajos siguiendo los ciclos de nuestra salud, los ciclos familiares, laborales, por lo que es importante ser consciente de estos ciclos y saber cómo vivir en armonía con ellos, como entrar y salir del aburrimiento.

Lo primero y más importante es hablar con tu compañera de los ciclos, tomar conciencia de los altibajos del deseo y poder hablar de ellos de tal forma que ninguno de los dos se sienta juzgado o culpado. Muchas mujeres y cada vez más hombres, ven una correlación directa entre su propio atractivo y el deseo de sus parejas. Es importante que tú y tu compañera escapéis de esa trampa reconociendo que el sexo tiene que ver tanto con vuestros corazones, mentes y espíritus como con vuestros cuerpos.

Muchas veces cuando nos hacemos mayores, pensamos que debemos dejar de tener contacto sexual o buscar parejas nuevas y mejores. Sin embargo, los taoístas ven el cuerpo como algo dinámico y saben que la carga de energía real proviene de los intercambios sutiles, no de juntar dos cuerpos duros y estáticos.

La diferencia de la sexualidad taoísta está en que en la tradición oriental, hay un contacto ocular casi continuo durante el sexo. “Estoy en relación sexual contigo. Respiro contigo. Estoy relajado contigo. Estoy conectado en mi corazón contigo. Estoy conectado en los genitales contigo”. El sexo en una relación taoísta es mejor a los 60 años que a los 20. Las piernas, los estómagos y los genitales envejecen, pero los ojos se hacen más sabios…

El sexo empieza mucho antes del contacto, así que cuanto más calmado y conectado estés al comenzar, más fácil será alcanzar niveles elevados de intimidad y éxtasis.

Los preliminares también comienzan antes de tocarse. El entorno que creéis (velas, música, palabras amorosas..) ayudará a armonizar vuestras energías. Durante el coito y después de él asegúrate de estar presente con tu compañera: acuérdate de los ojos. Estáis intentando experimentar un estado de ser más profundo en compañía, no solo un clímax momentáneo.

Si el encuentro se hace rutinario o mecánico, deteneos un rato. Esto permitirá que se recargue la pasión polar que hay entre vosotros. Pero no os olvidéis de la importancia de tocaros y de la intimidad. El hecho de que no estéis haciendo el amor no impide que os abracéis u os sintáis emocionalmente cerca. Centraos en la calidad del amor y la calidad del sexo mejorará de forma natural.

Mantak Chia